Unos 200 pacientes han sido tratados en el Macarena en el último año del VHC de los que 71 tenían la enfermedad sin saberlo
La Hepatitis, principalmente en aquellas versiones más dañinas como la B y la C, es una enfermedad silenciosa e imperceptible para buena parte de aquellos que la padecen que provoca la inflamación del hígado. En el Hospital Virgen Macarena, gracias a un plan integral para la búsqueda activa de pacientes desarrollada por la unidad de Aparato Digestivo a través del equipo de Hepatología el número de pacientes tratados de hepatitis C en el último año se ha elevado hasta los 200. Un millar si nos remontamos a los enfermos atendidos desde la autorización terapéutica de los fármacos antivirales.
El hospital celebra hoy el Día Mundial de la Hepatitis trabajando activamente en la erradicación de esta enfermedad infecciosa que la Organización Mundial de la Salud (OMS) quiere dar por desaparecida en el año 2030. La doctora María Fernanda Guerra explica cuáles son las razones de este aumento de casos de hepatitis C tratados en el último año en el Macarena, dentro de sus planes para la consecución de este reto mundial. «La búsqueda activa de pacientes que desarrollamos dentro del proyecto de eliminación del virus de la Hepatitis C en el área del Macarena consiste en analizar la base de datos de microbiología de las serologías positivas en los últimos cinco años formando circuitos de derivación directas con consultas simplificadas con atención primaria y con los CTA, y sobre todo, haciendo búsqueda activa en grupos específicos como los albergues sociales. Todo esto nos ha permitido recuperar pacientes que se habían perdido en el sistema y que ya han podido ser tratados», afirma.
Desde que se autorizara en España la aplicación de fármacos antivirales, el centro sanitario sevillano ha tratado más de 1.000 pacientes afectados por la Hepatitis C. Su tasa de curación, cercana al 100%, es muy significativa si se tiene en cuenta que esta patología puede provocar cirrosis hepática, una lesión grave e irreversible y la principal causa de trasplante hepático. De igual modo, la Unidad de Aparato Digestivo trata actualmente a más de 200 pacientes con Hepatitis B. Por su parte, los tratamientos empleados actualmente en el Macarena para la Hepatitis B, consiguen impedir la replicación del virus, y por tanto evitan la progresión de la enfermedad.
Ambas variantes, B y C, de la hepatitis, enfermedad cuyo virus se transmite por vía sanguínea y sexual, destacan sobre otros tipos de hepatitis por su capacidad de cronificación y el riesgo de desarrollar una enfermedad hepática avanzada.
En el caso de la Hepatitis B la prevalencia ha disminuido desde la implementación de la vacunación poblacional en los años 90, inicialmente en población adolescente y posteriormente, en los recién nacidos. «Es fundamental la atención a las embarazadas en las que se detecta la infección por este virus y a las que se les administran tratamientos con fármacos antivirales en el tercer trimestre de la gestación para minimizar el riesgo de transmisión al recién nacido», advierte Isabel Carmona, responsable de la Unidad de Hepatología.
En relación a la Hepatitis C, la formación de los profesionales en contacto con los afectados, la accesibilidad de métodos de diagnóstico rápidos, y la simplificación del proceso de derivación desde los centros de salud al hospital, son algunas actuaciones de un plan que hasta el momento ha logrado recuperar 141 pacientes diagnosticados y que han sido remitidos al centro hospitalario para ser tratados, y localizar a 71 pacientes del área hospitalaria Virgen Macarena que tenían la enfermedad y no lo sabían.
Fuente: Diario de Sevilla