Ciudadanos rompe el pacto con Juan Espadas y el presupuesto queda en el aire

La nueva situación política del alcalde pone fin al acuerdo de mayoría absoluta firmado hace un año.

El PSOE sólo podrá apoyarse en Podemos, pero la marcha de una edil al grupo mixto dificulta la mayoría.

El portavoz de Ciudadanos, Álvaro Pimentel, con uno de sus concejales – J.M. Serrano

El pacto que el PSOE y Ciudadanos firmaron en el Ayuntamiento de Sevilla hace justo un año para la «reactivación de la ciudad», que permitía a Juan Espadas gobernar con mayoría absoluta hasta el final del mandato, se ha roto. Espadas es ahora el candidato socialista a la Junta de Andalucía y, por lo tanto, el principal opositor al gobierno que forman en San Telmo el PP y el partido naranja. Esto lo cambia todo. Por eso el portavoz de Cs en la Plaza Nueva, Álvaro Pimentel, anunció ayer que exigirá el cumplimiento de una serie de medidas al alcalde para apoyar su presupuesto que son de imposible cumplimiento. Espadas pierde la muleta con la que pensaba terminar  plácidamente su etapa municipal y se encontrará ante un panorama completamente nuevo para él desde que llegó a Sevilla.

Durante los seis años que lleva como alcalde, el socialista ha conseguido aprobar el presupuesto buscando apoyos a su izquierda y a su derecha. En los primeros años se ayudó de Podemos, con quien tuvo que hacer sonoras concesiones después de haber arrebatado la Alcaldía a Juan Ignacio Zoido, que fue el ganador de las elecciones. Pero posteriormente logró una estabilidad en los acuerdos con Ciudadanos, sobre todo en la época en la que comandaba el partido naranja en Sevilla Javier Millán. En dos ocasiones incluso consiguió la abstención del PP, que le garantizaba una mayoría suficiente para llevar a cabo todos sus proyectos. Pero su gran triunfo se produjo cuando a mediados de octubre del año pasado el actual portavoz de Ciudadanos, Álvaro Pimentel, anunció un acuerdo hasta el final del mandato para las cuentas, las ordenanzas fiscales y los proyectos de ciudad. El pacto fue una estrategia naranja para hacer equilibrios en el centro, ya que en la Junta gobierna con el PP y en el Ayuntamiento sostiene al PSOE. 

Pero las circunstancias han cambiado hasta el punto en que Ciudadanos no cuenta en las encuestas y el que fuera su número dos nacional con Albert Rivera, Fran Hervías, trabaja ahora para el PP con el objetivo de fichar antiguos compañeros. Pimentel es uno de los que aparecen en todas las quinielas para dar el paso, pero para eso es obligatorio primero romper con Espadas. Las cartas están marcadas. El todavía líder naranja en Sevilla dimitió antes del verano de su cargo como coordinador provincial del partido. El siguiente paso es distanciarse del alcalde de Sevilla y candidato a la Junta, lo que pone a Espadas en una situación muy comprometida, ya que sólo le queda Podemos para sacar adelante las cuentas y en este partido andan todos los concejales a la gresca. De hecho, una de sus ediles, Sandra Heredia, ha sido expulsada al grupo mixto, por lo que en la disciplina del partido sólo quedan tres, los justos para sumar mayoría absoluta con el PSOE, que tiene 13 votos en un plano con 31 miembros. Pero esos tres están a su vez divididos en dos grupos, los de IU y los de Podemos, que en varias ocasiones han votado de forma distinta los acuerdos plenarios. Es decir, Espadas sólo tiene una salida, porque el PP tampoco le va a facilitar las cosas, y además tiene que poner de acuerdo a los concejales que están enfrentados entre sí. 

Parálisis de la ciudad

El anuncio de ayer de Pimentel descuadra todos sus planes. El líder naranja le exigió en primer lugar que ponga a negociar a la persona que le va a sustituir porque no considera que el alcalde saliente sea un interlocutor válido. «Quien negocie las cuentas debería ser quien las vaya a ejecutar. Podría ser que el nuevo alcalde tuviera otras prioridades que el actual, con lo que correríamos un riesgo de parálisis en la ciudad», explicó Pimentel, que acusó a Espadas de estar más centrado en confrontar diariamente con la Junta de Andalucía que en los problemas reales de Sevilla».

Además, Ciudadanos «solo se sentará a negociar los presupuestos de 2022 si existe un compromiso claro por parte del equipo de gobierno para bajar los impuestos a los sevillanos». Segunda condición. «Es evidente que las circunstancias de la ciudad han cambiado con respecto al año pasado y que, por tanto, las cuentas de gasto no pueden parecerse en nada a las del curso anterior», añadió. Pero hay una tercera «línea naranja». También será necesario que exista un compromiso «para volver a bonificar en 2022 algunas tasas municipales como la de la basura o la de ocupación de la vía pública» y para que se abra «una nueva convocatoria de ayudas directas a autónomos y pymes de nuestra ciudad que incluya bonos e incentivos al comercio local», centrados especialmente «en la reactivación del tejido empresarial de cara a las fiestas de la primavera del próximo año». El cheque en blanco firmado el año pasado para «garantizar la estabilidad de Sevilla» ha quedado hecho trizas. El juego de la política funciona así y ahora vienen meses de tacticismo electoral.

Fuente: ABC

Redacción

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