El Ayuntamiento de Sevilla, desbordado por el incivismo del botellón

El delegado Juan Carlos Cabrera pide al área de Hábitat Urbano que endurezca las sanciones y clausure bares incumplidores

La alarma social por el botellón los fines de semana está llevando a la desesperación a la Policía Local, que no da abasto para atender la cantidad de llamadas de ciudadanos que denuncian que hay grupos de jóvenes consumiendo alcohol en la calle o que en algunos bares de copas se multiplica el aforo permitido y no se guardan las medidas de seguridad sanitarias. Este fin de semana, los agentes han llegado a multar a 420 personas por este motivo y han precitando un establecimiento en la Barqueta donde había más de 200 personas bailando y sin mascarillas, además de un «after» a primera hora de la mañana con casi medio centenar de clientes. 

La imagen de determinados pubs en la zona del Paseo de Colón y otros puntos de la ciudad atestados no sólo de jóvenes aprovechando el último fin de semana antes de las restricciones ha sido desoladora teniendo en cuenta los datos de contagio que se daban en paralelo al de las actuaciones policiales. El delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, señaló ayer a ABC que están «desbordados» todos los fines de semana y que «vamos por más de 6.000 denuncias por botellón, cuando antes de todo esto contabilizamos 1.800». 

Cabrera explicó que el problema es que «ahora la botellona está muy atomizada en más de 40 puntos, que es una auténtica barbaridad». Así, numerosos sevillanos llaman a la Policía porque «ven a seis personas bebiendo en la calle y tenemos que acudir porque, aunque no hay macrobotellones, hay muchos micros». 

Ha sido muy habitual el pasado viernes y sábado ver grupos de jóvenes ebrios gritando por las calles y sin llevar mascarilla y enfrentándose con vecinos que les llamaban la atención por su comportamiento. A esto se le une el «capítulo aparte» de algunos bares. El delegado puso como ejemplo un local del Paseo de Colón al que se le hasancionado ya tres veces, la última la semana pasada, «pero les da igual». Por eso, Cabrera ha pedido al área de Hábitat Urbano que endurezca las sanciones porque «no puede ser que las multas sean rentables para los incumplidores». De esta forma, pide que el precinto de estos establecimientos de hostelería incumplidores sea «de mucho más tiempo», ya que, si no, «tiramos el trabajo de la Policía Local». Esto lo solicita el delegado de Seguridad, también, «por defender al propio sector de la restauración», que está en el permanente punto de mira de las administraciones y que será el que sufra las consecuencias del cierre a las diez de la noche y del toque de queda que ha decretado el Gobierno central.

El malestar del Ayuntamiento con el incivismo que se ha podido observar en estos últimos días antes de la aplicación de las restricciones es patente: «Creen que no les afecta porque son jóvenes, sino sólo a las personas mayores», aseguró indignado el delegado Juan Carlos Cabrera, que carga duramente contra quienes cuando ven la norma buscan antes la escapatoria a la misma que su aplicación. 

Nuevo dispositivo

Por eso, desde ayer mismo el Ayuntamiento puso en marcha un nuevo dispositivo especial de seguridad que «enlazará con el plan de Navidad» para ir dando cobertura policial a todo lo que ha dispuesto el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía: reuniones de seis personas como máximo, el cierre de bares a las diez de la noche y con aforos al 50% o la clausura de actividades dentro de los parques. El Ayuntamiento espera que este nuevo esfuerzo y la activación del toque de queda dé sus frutos tanto en la concienciación ciudadana como en la eficacia del propio dispositivo policial, que se encuentra desbordado en estos momentos. 

Así, «por la noche reforzaremos los turnos de la plantilla de la Policía Local para vigilar las calles y hacer cumplir las normas, con multas mucho más altas», insistió Cabrera. Esto va en relación a que las sanciones que se van a aplicar a partir de ahora no serán por consumir alcohol únicamente en la vía pública o no respetar el horario de cierre y aforo de los locales, sino el incumplimiento del decreto de confinamiento, que son mucho más cuantiosas dependiendo de cada caso. 

¿Y las tardes?

Las nuevas restricciones afectarán fundamentalmente a la hostelería y decretan el confinamiento de la población por la noche, pero desde algunos sectores se apunta a que eso puede provocar que estas concentraciones ilegales se produzcan por la tarde, como ya se puede apreciar en zonas saturadas como la Alameda de Hércules o las citadas anteriormente. En el Ayuntamiento son conscientes de que ese será el caballo de batalla a partir de este mismo fin de semana, pero no les preocupa tanto como lo que ha ocurrido en estas últimas noches ya que «la plantilla está bien cubierta en esas horas» y «los mayores incumplimientos se dan a partir de las 20.00 horas».

Fuente: ABC

Redacción

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