Los bancos situados frente al altar del Jubileo han sido sustituidos por cinco hileras de sillas que guardan la distancia de seguridad.
La Catedral de Sevilla se prepara para su reapertura la próxima semana, cuando comience la fase 1 de la desescalada. Este templo, como todos los de la diócesis, permanece cerrado desde que se decretó el estado de alarma por el coronavirus. Una clausura para la celebración de los cultos y las visitas turísticas.
Como publicó Diario de Sevilla la semana pasada, el templo metropolitano reabrirá el próximo lunes 11 de mayo, y los cultos se celebrarán en el Altar del Jubileo. Con tal motivo, estos días se ha procedido a la retirada de los bancos situados en el crucero, entre el coro y el altar mayor. Han sido sustituidos por cinco hileras de sillas que guardan la distancia de seguridad de dos metros entre los fieles.
Con esta separación, además, se evita superar el límite establecido para la fase 1 de la desescalada, que es un tercio del aforo. Cuando pasen 15 días y se cumplan los requisitos sanitarios, se pasará a la siguiente fase y se podrá aumentar esta capacidad hasta el 50%.
Lo que sí tendrán que esperar por ahora son las visitas turísticas, que no están permitidas hasta la fase 2, es decir, a partir del 25 de mayo, y siempre guardando también unas estrictas condiciones de seguridad. El Cabildo Catedral habrá de reunirse de nuevo para acordar cuándo se puede llevar a cabo esta apertura, que se verá condicionada por los límites de movilidad establecidos dentro de España y por la falta de turistas extranjeros, un mercado que tardará tiempo en recuperarse de la pandemia.
Los ingresos que generan estas visitas resultan imprescindibles para el programa de mantenimiento y restauración de unos de los templos más grandes de la cristiandad.
Se prevé que esta semana desde el Arzobispado se envíen a las parroquias unas normas concretas sobre la apertura de los templos y las medidas a tomar en cuenta, ya avanzadas por la Conferencia Episcopal la semana pasada.
Diario de Sevilla