Juan Marín: «Estudiamos dar un bono vacacional a los andaluces que hagan turismo en su tierra»

«¿Qué es la normalidad?» Al otro lado del teléfono, Juan Marín (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, 1962) contesta con otra pregunta cuando el periodista le interpela sobre el ansiado regreso a la vida que perdimos cuando irrumpió el coronavirus. Después más de un mes de encierro, toca mentalizarse de que el concepto de lo normal va a cambiar de la misma manera que «las condiciones en las que vayamos a la playa» este verano, reflexiona el vicepresidente de la Junta. La situación es grave. Pero donde otros lo ven todo negro, él atisba «una oportunidad» de reinventar el modelo productivo y turístico andaluz. Determinación e ideas para intentarlo no le faltan. 

¿El sector turístico da por perdida la campaña de verano. ¿Qué plan tiene el Ejecutivo andaluz para evitarlo?

Hemos puesto en marcha un plan de choque destinado al mercado de proximidad, autonómico y nacional, para intentar salvar el turismo de temporada en el escenario que creemos más probable, en el que la actividad empiece a recuperarse a partir de junio. La semana que viene llevamos al Consejo de Gobierno unos planes de financiación, formación y investigación que pretenden fortalecer el tejido empresarial para avalar la marca Andalucía como destino seguro. Estamos hablando de invertir casi 10 millones de euros para realizar una campaña muy potente de comunicación y promoción dentro de todo el territorio nacional.

¿Puede avanzar qué medidas prevé aplicar para reactivar el turismo?

Hemos hecho una planificación de los recursos dedicados a actividades que están aplazadas como el Mundial de Motociclismo o Valderrama Golf. Si finalmente se suspenden, tendremos un remanente para otra campaña ya diseñada para alargar el verano andaluz hasta octubre. Vamos a poner en marcha unos foros de investigación turística vinculados a las cátedras de cada provincia, en los que, además de coworking (oficinas compartidas) y conferencias, habrá una feria de productos de un segmento turístico determinado. Esto es una novedad que no existe en ningún lugar y que va a movilizar a muchísima gente. Van a celebrarse ocho foros, uno en cada provincia desde julio a diciembre. Queremos reunirnos con los patronatos de turismo y ayuntamientos para que se sumen. 

Además, estamos estudiando establecer unos bonos vacacionalespara que los andaluces que hagan turismo aquí tengan unas bonificaciones de la Junta. Es una medida similar al bono que ha planteado Italia a nivel nacional. Lo ideal sería que lo hiciera el Gobierno, pero no sabemos si va a tomar alguna decisión. Si se suspenden otras actividades, estamos hablando de reutilizar en torno a 6 millones de euros para este tipo de medidas. 

¿Cómo funcionarían esos bonos vacacionales?

Italia propone hacerlo de manera directa o a través de la declaración de la renta. Nosotros no tenemos competencias a nivel nacional. Pero sí estudiamos bonificar con un incentivo el coste de sus vacaciones. Creemos que es una fórmula muy válida para volver a movilizar a la gente, para que se quede en Andalucía y no se vaya fuera. No podemos aún concretar si la bonificación será de 200, 300 o 500 euros por persona, porque dependerá de la disponibilidad presupuestaria. La idea es que si una familia andaluza pasa sus vacaciones en un determinado hotel, éste le haga un descuento por cada persona y la parte que no abona esta familia se le factura a la Junta.

Muchos andaluces están preguntándose si van a poder ir a la playa este verano. ¿Qué les diría?

Yo confío en que tengamos vacaciones de verano. Pero va a haber un antes y un después del coronavirus y va a ser una normalidad diferente. Por tanto, a lo mejor pueden cambiar las condiciones en las que vayamos a la playa. También habrá que establecer medidas nuevas de higiene y de distanciamiento social en las piscinas públicas y comunitarias. Ahora tenemos la oportunidad de ir a otro modelo turístico más sostenible, que es donde está el debate y de ahí la importancia de estos foros que vamos a organizar. Detrás de cada crisis, hay una oportunidad. Hay que estar preparados para los cambios y no podemos ser rígidos.

¿Vamos a tener que acostumbrarnos a que, por ejemplo, la Semana Santa de 2021 sea diferente?

A lo mejor la Semana Santa la tenemos que vivir de otra forma en el corto plazo. También hay que hacer entender a la gente que debemos ser innovadores. Hemos visto, por ejemplo, cómo las empresas andaluzas se han puesto a fabricar mascarillas o respiradores. Es una gran muestra que nos debe hacer entender que en Andalucía hay que apostar más por la industria. 

¿Está encontrando lealtad en la oposición política ante esta crisis?

Hay una lealtad de cara a la opinión pública y otra diferente a nivel interno. Le he planteado al PSOE que me apoye ante el Gobierno de España para reestructurar la deuda, reclamarle la devolución de 430 millones para políticas activas de empleo o los 537 millones del IVA y se pone de perfil. Resta mucho que en una comunidad tan enorme algunos estén buscando dónde falta un equipo de protección para un empleado de ayuda a domicilio en vez de informarnos para que eso se pueda arreglar. Esto es muy fuerte. Yo acepto todas las críticas, pero que sólo sean para ver si el Gobierno de España lo hace mejor que el andaluz… ¿En qué mundo vivimos? Eso es lo que yo hecho en falta hoy en la clase política y ahí meto a todos, incluidos los míos. 

De los cerca de 100 millones que prometió mandarle el Estado para afrontar la crisis del Covid-19, ¿cuánto dinero ha llegado a Andalucía?

Cuando el Gobierno anunció un plan de contingencia de 1.000 millones de euros, ya dijimos que era pan para hoy y hambre para mañana. De esos 1.000 millones, nos preguntó si aceptábamos 91,7 millones y le dijimos que sí. Unos 40 millones serían para afrontar gastos sanitarios y 51,7 para gastos sociales. De los 40 millones que aceptamos el 31 de marzo no hemos recibido nada. Nos dijeron que nos harían una transferencia de 3 millones y no han llegado. En cuanto a los 51,7 millones restantes, nos pidieron un listado de acciones que le enviamos dos días antes del plazo. De este dinero, 29 millones son para los ayuntamientos, que ya lo están reclamando. El resto, para la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales. 

Como el Gobierno no ha mandado un duro y ya nos dice que antes de finales de mayo no lo vamos a recibir, hemos adelantado los 51,7 millones, incluidos los 29 para los ayuntamientos. Además, anticipamos otros 340 millones de gasto sanitario. Si nos mandan 91,7 millones para afrontar un gasto extra de 1.800 millones por el coronavirus, al final el esfuerzo a pulmón lo van a hacer las comunidades. Lo que no estamos dispuestos es a subirle los impuestos a los andaluces por mucho que se empeñen los señores Pablo Iglesias, María Jesús Montero y Pedro Sánchez

Se ha mostrado a favor de aplazar grandes eventos en lugar de suspenderlos. Pero, ¿hasta qué punto no se crean falsas expectativas, por ejemplo, al posponer el Rocío en Almonte o la Feria de Abril de Sevilla hasta septiembre?

No se puede crear ninguna falsa expectativa. Lo de la Feria no son ocurrencias mías. El alcalde de Sevilla me traslada que es posible que se pueda celebrar en septiembre. El Rocío Chico de octubre a lo mejor este año tiene que ser el Rocío grande. Todo lo que se pueda aplazar es un buen mensaje porque estamos hablando de empleo. Algunos se creen que esto va de fiesta o de creencias religiosas. Si la final de la Copa del Rey se puede celebrar en agosto en Sevilla, vendrán 80.000 compatriotas vascos a animar al Athletic o a la Real y dejarán dinero en Andalucía.

Vía: ABC

Redacción

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