La octava, dedicada a enfermedades respiratorias, permitirá atender a las futuras olas de Covid y a graves lesionados medulares
(denominado provisionalmente Hospital de Emergencia Covid) abrirá tres nuevas plantas antes de que acabe el año, lo que permitirá ofrecer casi trescientas camas en ese centro sanitario, inaugurado el pasado 1 de febrero tras permanecer cerrado más de quince años.
Una de esas plantas será la octava, dedicada a enfermedades respiratorias y considerada vital por los responsables del centro para atender futuras olas de coronavirus.
Gracias a esa nueva planta, el HEC podrá disponer de una Unidad de Cuidados Respiratorios Intensivos (UCRI) en condiciones con 18 camas, que va a asumir con holgura, según sus responsables, los altos flujos que se esperan con nuevas olas de la pandemia entre la UCI y la planta.
También se podrá hospitalizar en esa planta a lesionados medulares de gran complejidad (lesiones medulares altas) que precisan de un soporte respiratorio que en este momento no se puede realizar en ningún centro sanitario de Andalucía y que se realiza habitualmente en el Hospital de Parapléjicos de Toledo.
Las tres plantas que se pondrán en funcionamiento durante el último trimestre del año son la séptima, la octava y la novena. Se abrirán en total unas 44 camas por cada planta, lo que incrementará la oferta asistencial de este centro sanitario en unas 130 unidades. Sumadas a las 150 que tiene actualmente en servicio, serán casi 300 las camas que tendrá a finales de año el antiguo Hospital Militar.
Para el verano próximo se espera que el centro sanitario recupere todas sus plantas y esté operativo al cien por cien. La segunda planta, en la que irán los 17 quirófanos, será previsiblemente la última que se pondrá en marcha. Es la que presenta a priori una mayor complejidad para los autores del plan de rescate.
Las Urgencias del hospital estarán listas también por esas fechas, aunque no será un servicio de puerta a hospital como el del Virgen del Rocío (a un kilómetro y medio) o Valme (a tres kilómetros) sino dirigido desde un centro de Atención Primaria o desde otro hospital. Será una urgencia, pues, mediatizada, por una indicación externa, y más personalizada, según sus responsables.La planta segunda, donde irán 17 quirófanos, será la última que se ponga en servicio, en verano de 2022, con el hospital ya al completo
El hospital contará con una unidad para lesionados medulares y otra de Salud Mental con cuarenta camas. La idea es asumir el mayor número posible de pacientes agudos pero no está previsto en este momento crear una unidad específica para trastornos de espectro autista (TEO), una petición que ha circulado últimamente por redes sociales. Se podrá atender a pacientes de esta patología pero también en otros hospitales como el Virgen del Rocío (del que depende orgánicamente el Militar) o el Virgen Macarena, del que depende elHospital de San Lázaro.
La dificultad añadida de esta segunda fase de recuperación, iniciada el pasado mes de junio, reside en que el hospital está abierto y debe convivir con las obras, pero las zonas activas se compartimentarán para que los trabajos de rehabilitación no interfieran en la asistencia, centrada hasta ahora en patología Covid.
El antiguo Militar dejará de ser un hospital dedicado exclusivamente a Covid y se convertirá en un centro sanitario que tratará otras patologías, aunque seguirá siendo un apoyo y complemento para el resto de hospitales públicos de Sevilla, como lo está siendo desde su reapertura parcial. Las derivaciones de pacientes permitieron la lucha de los demás hospitales públicos sevillanos contra el cáncer y demás patologías no Covid y el convenio con las clínicas privadas contener las listas de espera quirúrgicas, que se habrían disparado hasta límites impensables de no haberse abordado esta colaboración.
El Militar servirá a partir de 2022 de «acordeón» para la época de alta frecuentación hospitalaria que se sufre de octubre a febrero, y hará posible que no se demoren durante esos meses las listas de espera.
El renacido hospital contará con cerca de quinientas camas y 25 plazas de UCI y será el tercero de Sevilla, tras el Virgen del Rocío y el Macrena en este apartado. Habrá también unos 40 puestos de URPA (unidades de recuperación postanestésica) y una unidad de cuidados intermedios. La sanidad de Sevilla tiene un notable déficit de camas hospitalarias, de los más altos, de Europa, que el Militar podrá paliar, al menos en parte.
Fuente: ABC