Trabajo intenso en el laboratorio del Hospital Virgen de las Nieves de Granada para establecer el diagnóstico final de los casos en vecinos de Coria y La Puebla del Río
La picadura de un mosquito es la principal sospecha del origen del brote de meningoencefalitis vírica de Sevilla que ha afectado, hasta el momento, a 18 personas, de ellas 16 ingresadas en centros hospitalarios, cinco en la UCI, y que la pandemia de coronavirus ayudará a abordar mejor. Así lo ha dicho en una entrevista con Efe José Miguel Cisneros, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde hay varios ingresados de una enfermedad para la que no existe un tratamiento específico.
-¿Cuál es la principal causa que produce un brote de meningoencefalitis vírica?
La lista de virus capaces de producir brotes de meningoencefalitis es larga, y muy distinta según el área geográfica, pero en Europa, y en España el principal sospecho es el virus del Nilo Occidental.
-Los primeros análisis descartan que sea virus del Nilo. ¿Cuándo se podrían tener resultados concluyentes? ¿Cuántas pruebas son necesarias?
El diagnóstico microbiológico de la meningoencefalitis es extraordinariamente complejo porque a la larga lista de virus, bacterias y protozoos que pueden causar este síndrome, se añade que el diagnóstico de cada uno de ellos tiene diferentes técnicas con sensibilidad y especificidad distintas según la fase de la infección. Por ello, los resultados iniciales no descartan ningún virus de manera concluyente. Es preciso completar todo el algoritmo diagnóstico, antes de confirmar o descartar cualquier etiología. El laboratorio de referencia de infecciones virales de Andalucía, responsabilidad del Servicio de Microbiología, del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, está realizando un trabajo intenso durante las 24 horas, y no cejará hasta establecer el diagnóstico final de este brote.
-Hay dos caballos en Jerez y Huelva afectados por el virus del Nilo. ¿Ese dato les aporta alguna información?
Sin duda, porque el contexto epidemiológico es muy útil para identificar la etiología de un brote, y particularmente en este virus. Pero la confirmación de que la causa de este brote de meningoencefalitis es el virus del Nilo Occidental requiere el diagnóstico microbiológico de esta infección en los pacientes.
-Las localidades con afectados están en zonas con muchos mosquitos y las autoridades sanitarias han pedido protección ante las picaduras. Por tanto, lo más probable es que el brote sea por picaduras de mosquitos. ¿No le parece?
Es una decisión prudente y acertada de las autoridades sanitarias a la espera de conocer el diagnóstico definitiva, porque la principal sospecha clínica y epidemiológica es que sea una infección transmitida por la picadura de los mosquitos.
-Un brote con 18 afectados, de ellos 16 hospitalizados (5 en la UCI), es una cifra muy alta para un país europeo. ¿Conoce precedentes en Europa de un brote de esta amplitud?
Ciertamente es una cifra más elevada de la habitual, porque cada año se diagnostican varios casos de meningoencefalitis viral en nuestro medio, y en general se asocian con casos endémicos. Existen precedentes de brotes con cifras muy superiores de casos en Grecia, Israel, Rumanía, Estados Unidos y Rusia.
-¿Qué tratamiento existe para este tipo de enfermedad?
El tratamiento es el de soporte adaptado a la gravedad de la infección. No existe ningún tratamiento específico para esta infección.
-¿Cómo es la evolución de los pacientes afectados?
La infección por el virus del Nilo Occidental es en general benigna y autolimitada con la curación completa del paciente y en la mayoría de los casos, incluso asintomática. Pero en un porcentaje reducido de casos produce meningoencefalitis y entonces el pronóstico es muy variable, dependiendo del tipo de virus y del paciente, y va desde la recuperación completa que es común, o la curación con secuelas, hasta el fallecimiento que puede alcanzar al 10% de los pacientes con meningoencefalitis.
-¿Quedan efectos secundarios en los curados?
Las secuelas neurológicas son comunes tras la meningoencefalitis por el virus del Nilo Occidental. En general, son más frecuentes en los pacientes de mayor edad y con más enfermedades acompañantes, y también cuanto más grave es la forma de presentación clínica inicial de la infección.
-¿La pandemia de coronavirus dificulta más el abordaje de este brote?
La pandemia de coronavirus ha sido una prueba de esfuerzo extraordinaria para el sistema sanitario público, de la que ha salido reforzado, y particularmente en el manejo clínico y epidemiológico de un brote de una enfermedad infecciosa como ésta. Por lo que, al contrario, tanto el diagnóstico, como el tratamiento, como las medidas de control del brote de meningoencefalitis, serán sin duda más rápidas, acertadas y eficaces ahora.