Catalina García, viceconsejera de Salud: «El Gobierno central no ha dicho toda la verdad sobre la pandemia»

Defiende la mascarilla forzosa «para proteger a la población» en Andalucía y el acopio de material por si hay una segunda ola

Desde el pasado miércoles, es obligatorio llevar la mascarilla tanto al aire libre como en recintos cerrados. ¿Por qué se ha impuesto ahora?

Es el momento de proteger a la población. Ahora tenemos rebrotes como otras comunidades. Sabíamos que esto iba a pasar. Si no nos hemos contagiado antes es porque hemos estado confinados. El coronavirus sigue entre nosotros y esta medida viene a proteger a la población. Evitaríamos el 75% de los contagios si fuéramos capaces de cumplir tres sencillas reglas: mascarilla, distancia de seguridad e higiene de manos. Esperamos que el uso obligatorio de las mascarillas, la limitación de aforo en los velatorios y las campañas publicitarias que lanzaremos en las redes y medios de comunicación nos sirvan para no tomar más medidas. Debemos buscar el equilibrio perfecto entre la defensa de la salud y no dañar otra vez la economía andaluza.

¿Cómo fue la relación con el Ministerio de Sanidad durante el estado de alarma? ¿Ha tenido en cuenta las sugerencias de la Junta de Andalucía?

Ha sido una relación muy complicada porque la situación también lo era. Nosotros adoptamos medidas en las residencias de mayores o el seguimiento domiciliario que el Ministerio introdujo después en sus protocolos. El mayor rifirrafe lo tuvimos por las cifras. Nosotros informamos de los positivos con independencia de que sean por prueba PCR o test y Sanidad no contabilizaba los test. También incluimos a las personas con un certificado de defunción y síntomas compatibles con el Covid aunque no se hubiese hecho la PCR. Al principio, con el material también vivimos una situación muy tensa.

¿Hay fallecidos con síntomas de Covid-19 que siguen sin computarse en las estadísticas del Ministerio?

Tenemos claro que no los computan. Con respecto al mismo periodo del año pasado murieron 45.000 personas más en España. La mayoría ha fallecido por Covid. Un número muy pequeño ha podido fallecer de un infarto o un ictus, porque le daba miedo ir al hospital. También se han reducido los accidentes de tráfico, por lo que podría compensarse lo uno con lo otro.«Yo soy enfermera y también las veo insuficientes. Pero el presupuesto es finito y no se puede incluir todo de una vez»

¿El Gobierno de España ha dicho toda la verdad sobre la pandemia?

Yo creo que no. Empezando por las defunciones, creo que no. Durante la crisis le hemos visto decir hoy blanco, mañana negro y al día siguiente era gris. No se ha dicho toda la verdad.

¿Cree que se habrían evitado contagios y fallecimientos si se hubiera activado antes el estado de alarma?

Yo estoy convencida de que sí. En esos días seguían llegando aviones de Italia y China a España. Todavía me acuerdo cuando el Ministerio nos llamó la atención porque habíamos suspendido las prácticas de los alumnos en los hospitales. Fueron diez días en los que además se seguían celebrando actos, no sólo las manifestaciones del Día de la Mujer. Hubo partidos de fútbol, congresos, actos de los partidos donde hubo una barbaridad de personas que se estuvieron contagiando y fueron vectores de transmisión después. Esos siete o diez días de retraso tuvieron un efecto muy pernicioso.

¿Se podría haber gestionado de otra manera esta crisis?

Sí, totalmente. Se tendría que haber hecho caso a las alarmas de la OMS y de la UE, que el Ministerio conocía perfectamente y que ya les estaban diciendo a mediados de febrero que no se hicieran concentraciones de personas. Todos veíamos lo que estaba pasando en la vecina Italia y en China. Había suficientes elementos para tomar una decisión pero hubo una decisión del Gobierno de no tomarla. Ellos tienen que asumir eso también.«Esperamos que con el uso de la mascarilla y la limitación de los velatorios no tengamos que tomar más medidas»

Vimos Urgencias saturadas, a sanitarios usando bolsas de basuras y el primer avión con material de protección no llegó hasta abril. ¿Esta carencia disparó el contagio de sanitarios?

Tuvimos una rotura de las existencias por la incautación de material de nuestros proveedores por parte del Gobierno de España y eso nos obligó a hacer un reparto de los equipos de protección individual (EPI) en los lugares donde había menos cantidad y de manera muy puntual en algún hospital pudo haber ese problema. Pero no esperamos a que nos llegara el material del Gobierno, porque hubiese sido un desastre, y empezamos a repartir el que nosotros habíamos comprado.

¿Tiene la Junta de Andalucía material suficiente para afrontar una segunda oleada de la epidemia?

Desde que nuestros proveedores nos volvieron a vender, hemos comprado lo que necesitamos cada mes y, además, existencias para seis meses que ahora vamos a ampliar a ocho. Si hubiera un problema puntual, no vamos a depender del mercado exterior ni de los proveedores. Lo importante es la seguridad de nuestros profesionales, a los que quiero agradecer expresamente su total entrega.

¿Por qué no se hacen más pruebas PCR?

Estamos haciendo test de forma continua. Vamos por la tercera vuelta en las residencias de mayores a empleados y usuarios, y en centros de discapacidad, y por la segunda vuelta a los sanitarios. Se han testado a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, a los asentamientos, y a los profesores se hará cuando empiecen los colegios… El listado es enorme. Los test sirven para tener la foto fija de la incidencia de contagio en un colectivo determinado. Pero que yo le haga un test a una persona hoy y me dé negativo no significa que mañana no vaya a ser positivo. Si tuviéramos esa garantía, se los haríamos a los 8,5 millones de andaluces. Pero no solucionaríamos el problema.«Debemos estar preparados. Por eso queremos adelantar la vacunación de la gripe» 

¿Está preparada Andalucía para encarar una segunda oleada en otoño?

Hemos aprendido mucho, la verdad. No nos queda más remedio que estar preparados. Se ha constituido hace un mes el comité de alta frecuentación y ya está trabajando para cuando la epidemia de la gripe coincida con la del coronavirus. Queremos adelantar la vacunación de la gripe, pero no puede anticiparse mucho porque entonces dejaría de ser efectiva. Se han comprado más dosis para tener a las personas protegidas al menos con la vacuna de la gripe y la del neumococo.

Aparte de la gripe, a los expertos les preocupa la vuelta a las aulas. ¿Cómo se ha preparado ese retorno?

Sabemos que los niños tienen un menor índice de contagio. En los colegios se van a crear unos comités con un responsable de Covid. En el centro de salud habrá una persona de referencia para ese grupo. Se han puesto encima de la mesa medidas para que haya más ventilación en las clases o no coincidan todos los niños en los patios de los colegios… Las consejerías de Educación y Salud han elaborado un protocolo importante a día de hoy, pero si la situación epidemiológica varía, será revisado. Vamos a trabajar mano a mano para dar seguridad a los padres y para que los niños puedan estar en el colegio de forma presencial, que es como debe ser.

¿Se hacen pruebas PCR a todos los pacientes que vaya a operarse o ha cambiado ese protocolo?

Eso ha cambiado. La sociedad científica decía que hacer una prueba a una persona asintomática no tiene ningún sentido, con lo cual el protocolo del Ministerio cambió. Ya no se realizan PCR prequirúrgicas.

El plan de mejoras presentado por la Consejería de Salud incluye una paga extra, la subida de las guardias y el fin de la exclusividad, entre otras medidas, pero sorprende que sólo el Sindicato Médico lo haya apoyado. ¿Cómo piensan convencer a las organizaciones (Satse, CCOO, UGT y CSIF) que se han descolgado del acuerdo?

Nosotros les presentamos en la mesa sectorial un paquete de medidas que era un mandato del presidente de la Junta. Unas eran eventuales. Los 117.000 trabajadores del sistema público sanitario van a cobrar una paga única Covid del 20% del salario base más la paga prorrateada de tres meses y tendrán cuatro días más de vacaciones. Luego hay medidas consolidables que se adelantan. Algunas estaban acordadas ya en diciembre, como la subida de las guardias a partir de julio –que cobrarán en la nómina de agosto– que afecta a 17.000 profesionales. Otras son nuevas, como el complemento de noches y festivos, que afecta a 30.500 personas. Ahora van a cobrar el primer tercio de ese complemento, correspondiente al primer semestre, y el segundo tercio empezarán a cobrarlo cada mes. Se elimina también el complemento de exclusividad porque defendemos el mismo salario a igual trabajo. Nadie puede decir que con estas medidas se incentiva la privada. Para nada. Aquí queremos tener profesionales satisfechos que trabajen en un sistema sanitario público de calidad y cuando lleguen las tres de la tarde un médico, un enfermero, un celador o un auxiliar de clínica puedan hacer lo que quieran.

El Sindicato de Enfermería insiste en convocar una huelga en otoño porque ve «insuficientes» estas mejoras.

Yo soy enfermera y también las considero insuficientes, pero el presupuesto es finito y hemos puesto encima de la mesa medidas que se consolidan para el año 2021. Hemos dicho que esto no es el fin de nada. Volveremos a sentarnos en la mesa sectorial. Pero en una negociación es imposible incluirlo todo de una vez. Nosotros en nuestra casa no lo compramos todo de una vez, debemos acompasarlo con el dinero que ingresamos. ¿Nos que quedan cosas por hacer? Por supuesto, la carrera profesional, las especialidades de enfermería… Nos queda mucho por recorrer, pero en año y medio hemos demostrado que nuestro objetivo son los profesionales, la equiparación salarial, su estabilización y la mejora de sus condiciones laborales.

«Continuará en otoño la consulta telefónica del médico de familia por seguridad»

Tras la desescalada, laAtención Primaria se ha convertido en el principal muro de contención frente al coronavirus. Su misión pasa por detectar cualquier brote y rastrear los casos. Para minimizar los riesgos, el SAS ha redobló la consulta telefónica y creó un doble circuito: uno para los pacientes con Covid-19 y otro para todos los demás. Este sistema «tiene que continuar» en otoño «por seguridad», defiende la viceconsejera de Salud. «Es una medida de protección del profesional y de los pacientes, que no tienen por qué ir al centro de salud si no es necesario», pero «con la garantía de que si el médico entiende que deben ir, van a ir». El SAS tiene previsto reforzar su personal con un 20% más de contratos que el año pasado y «lo que haga falta». «En Atención Primaria es donde ahora tenemos la presión».

Redacción

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